CUENTO DE HADAS MULTICOLOR  
 Autora: Isabel Bonofiglio

Protagonistas: Isabel Bonofiglio (Abu), Gianfranco, Giuliana, Mateo y ahora Dante (Mis nietos)  y nuestra imaginación
Valores: amor, dignidad, libertad de pensamiento, cooperación.

PROLOGO
Todos los cuentos empiezan “Había una vez” , yo quiero que los míos para mis nietos empiecen: “Había una vida “….. , llena de recuerdos compartidos, que deseé con todo mi corazón vivir con mis nietos, por ahora tres y otro/a en camino.
  
Había una vida, nuestra vida…
Era un día de lluvia, muy triste y sin luz, no hay nada peor que no tener luz, ni fuera, ni dentro de nuestros pensamientos. Mirábamos fijo por la ventana que daba a la calle.
La calle estaba desierta, el agua brotaba de las alcantarillas, mis nietos miraban el cielo, salimos a hacer barquitos de papel , para que navegaran por el agua  ligeros , blancos , hermosos, en cada uno de ellos , pusimos una frase, una idea , un deseo para que llegara lejos, para que encontrara una meta.
De pronto el sol daba luz entre las nubes, aún cargadas de gotas transparentes y se formaron mucho colores, era un arco iris, multicolor, imaginamos cuentos, los más hermosos que nuestra mente podía crear.
- Un hada dibujando en el cielo, un avión con humo de colores esfumando los rayos del sol, un limpiaparabrisas del cielo, que al hacer su recorrido para secar el agua dejaba destellos de luces multicolores. Qué cosas maravillosas creaba nuestro pensamiento, el de los niños, siempre tan imaginativos. Este cuento lo vamos a terminar el sábado, con Gianfranco, Giuliana,  Mateo, que aunque chiquito también va a aportar su granito de arena, le daremos un toque mágico para que ese arco iris, entre y viva en nuestro corazón, con la pureza del agua y el brillo de la luz, y qué mejor, que los niños para terminar un hermoso cuento de hadas multicolor ayudando a su abu…………….
Ah, me olvidaba, con Dante a upa , y el ruidito del chupete, como un bichito de luz,  en plena noche estrellada.
Llegó el sábado, Gian volvía de fútbol, Giuli de danzas, Mateo de compartir una linda tarde en el parque, y yo, esperándolos ansiosamente, preguntaba, quien se queda a dormir hoy?. Giuli , me contestó enseguida , hoy me toca a mí abu., bárbaro entonces vos , vas a terminar el cuento de hadas multicolor. Pero, yo no se, escribir cuentos, me dijo,- le contesté,  quizás no tengas que escribirlos, solo imaginarlos, sentirlos, y solito se va a terminar.
Enseguida empezó diciendo, si yo tendría que terminar un cuento de hadas, yo sería, un hada,  la más linda, la más luminosa, y recorrería esas gotas brillantes que formaban la lluvia y el sol en el cielo, saltando de una en una y tomando el color de todas, brillaría de noche y de día me posaría en la flor más bella , para que bebieran la más dulce de las gotas de rocío.
Qué bueno le dije, a mi me encantaría ser esa flor, podría ser un girasol, me apasionan los campos de girasoles. Mirá que sos complicada abu, justo un girasol, si son todos iguales y no sabría cual elegir, ni reconocerte, entre tantos.
Y, creo que sí, me reconocerías, después de todo vos serías el hada y las hadas son mágicas y adivinan. . Además así, no elegirías la flor más linda, y yo no me enojaría porque cayeras en otra. Las diferencias no hacen que uno sea más lindo, sino ser diferente entre iguales, donde brillan además de las gotas, todo lo bueno que llevamos dentro.
 Así fue como el hada más linda de este cuento recorrió volando el campo de girasoles, tratando de encontrar a su abuelita.
Empezó su vuelo ansiosa, se posó en uno, luego en otro y pensó, este puede ser, pero Abu, es muy prolija y este tiene algunas hojas dobladas y secas, otros parecían  mirar hacia la tierra, este tampoco, porque a abu le gusta mirar a los ojos y con la cabeza muy en alto. Siguió incansable mirando uno por uno, pero pronto fue llegando el atardecer y se fueron cerrando, oh no! pensó el hadita, y ahora justo se duermen hasta  mañana cuando salga el sol… Deberé esperar y mi paciencia no es una de mis virtudes, tal vez ese sea el mensaje de abu, “aprender a saber esperar”. Se acostó a un costado, eligió el girasol más grande, para que la protegiera del frío, y entre sueños balbuceó, mañana será el gran día y nos volveremos a encontrar. Amanecía y el sol asomaba sus cálidos rayos que se esfumaban entre las nubes, Los girasoles iban despertando de a uno, y se ponían cara al sol. En el primer vuelo, miró a su alrededor, y dijo –Qué hermosos están hoy- Guau, ese es enorme, sí, y es el que me cobijó anoche del frío, luce espléndido con esas pintitas de luz. Parece que me guiñara los ojos cuando paso y su centro tiene dibujada una suave sonrisa. Estoy cada vez más cerca y más loca, porque ahora sí veo la diferencia. ¡Sííí! Este es, el que me cuida de noche, me sonríe de día y me guiña un ojo cuando se hace cómplice de mis travesuras. ¡Sí...! Lo logré, la encontré ¡¡Viva!! ¡Soy el hada más luminosa y estoy muy feliz!
Y así fue, como  el hada Giuliana, recorrió el campo de girasoles y mágicamente reconoció a su abuelita entre un millón, porque las unía, algo muy lindo llamado AMOR.
Ya somos cuatro, traviesos , ingeniosos, pero para Abu,
 el mejor cuento que le dio la vida, nosotros sus nietos!!!!!
 
FINAL FELIZ