LA LAGARTIJA 
Autora: SUSANA ESTER RITACCO  
Valores: SOLIDARIDAD, BONDAD, HONESTIDAD, JUSTICIA

Hace muchos años, cuando era niña, leí una historia que me movilizó.  Trato de recordar... 
Érase una vez un padrecito santo que vivía al pie de una sierra y al que todos los pobres acudían con sus lamentos y necesidades.

Una mañana llegó hasta él un indio pidiendo algo con qué aplacar el hambre de su mujer y
El buen padrecito se conmovió ante tanta miseria y se puso a implorar la Gracia
de sus hijos.
 Divina.  Mientras lo hacía, sus ojos se posaron sobre una lagartija que tomaba sol; alargó hacia
ella su mano, tomándola suavemente.  De pronto la lagartija se transformó en una joya de oro y
esmeraldas.
El padrecito se la entregó al indio diciéndole:
-Toma esto, ve a la ciudad y véndela: algo te darán por ella.
El indio obedeció. Con lo obtenido no solo remedió el hambre de su familia sino que pudo
comprar alguna hacienda que prosperó.
Cuando su situación fue holgada, pensó que debía devolver a su dueño aquella joya que tanto 
 lo había ayudado. Recuperó la joya y regresó con ella en busca del padrecito, a quien halló
en el mismo lugar, pero más viejo.
-Padrecito querido dijo: le devuelvo esta joya que tanto me ha ayudado, ya no la necesito. 
 Con ella podrá socorrer a otro.  ¡Gracias!

 El viejecito que ya nada recordaba,  la tomó suavemente y la depositó sobre una piedra. Nuevamente
y por el milagro de sus manos, aquel objeto precioso volvió a ser lo que había sido: una lagartija que
comenzó a andar en dirección a su cueva.